miércoles, 23 de noviembre de 2016

A tu persona

No recuerdo en que momento creí, que la solución era dejarlo todo.

Salir corriendo.

Dejar que las cosas se vayan y bajar los brazos. 

No recuerdo haberme visto triunfante por una causa que no haya sido a través del llanto. 

No recuerdo si fue ayer o mucho antes que te pedía a gritos, y hoy me acalla el silencio de la cobardía.

No recuerdo haberte visto sin una sonrisa al verme, pero si olvidé decirte muchas cosas por contemplarte.

Pero recuerdo firmemente sujetarme a la vida.

Recuerdo llenar mi pecho de aire para expulsarlo a bocanadas gritando tu nombre.

Porque estas manos que escriben tan delicadas, son las mismas que rasgan la tierra y las piedras para llegar a tu perdón.

Porque una vez mis ojos se llenan de llanto al notar mi error.

Porque ilógicamente, un silencio se convierte en mentira, y la duda entra en acción.

Pero mi alma está segura. Está segura de esperarte. Si no es hoy, será mañana. Y si no vendrá otra vida, y en esa prometí encontrarte.

Porque ya conozco tu alma, tu voz, tus besos y tus manos que mucho saben de magia.

Magia por construir lo que en mí tenía una ausencia.

La del amor.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario